La Habitación Roja La Habitación Roja - Posidonia

He vuelto a cruzar el puente
que nos une y nos separa,
ese que tú me tendiste
como una tela de araña,
el que cruza los ríos
de tu pecho y de tu espalda,
ese que llega al jardín
que nunca acaba.

He trepado las enredaderas
de tu pelo y de tus venas.
He llegado hasta el cielo,
lo he tocado con mis dedos.
He mentido tantas veces,
pero esta vez era cierto.
De las nubes he sacado
hilo para tejer sueños,
sueños que otros vendieron.

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.

Me he arrastrado amaneciendo
como niebla que despierta.
Levitando sobre el agua,
he contado tus pestañas.
Sumergido en tus palabras,
te he escuchado, te he observado.
Y te mueves bajo el agua,
posidonia asustada.

Bailas al son de las olas
y no hay nadie que lo haga como tú.
Yo conozco bien los mares
y no hay nadie en este mundo como tú,
como tú ...

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.